El Sendero de Hermes(3)
Víctor. Arturo. Cabello Reyes.

En 1438 en vías a posible reconciliación entre las poderosas Iglesias Romana Católica y Griega Ortodoxa, llega a Italia un alto oficial del Imperio Bizantino con la importante misión de asistir al Concilio de Florencia y Ferrara (1438-39).
Este personaje era el bizantino Georgios Gemistos (1356-1450)-Plethon en honor a Platón-, quien había vivido en Mistra en el Peloponeso, emplazamiento de la antigua Esparta.
Antiguo reducto del Bizancio cristiano de la península Griega.
En efecto, arriba a Florencia y ciudad del Florín de oro en 1438, como parte del séquito de Juan Paleólogo para participar activamente en el Concilio de Ferrara.
El Concilio se traslada el 6 de julio de 1439 a Florencia debido al inesperado brote de Peste en Ferrara.
(Fritz Shultze citado por J. A. Symon, 475-476 (1992), Antoine Faivre: Fuentes antiguas y medievales de los movimientos esotéricos modernos, págs, 107 y 108. 2000)
Plethon era estimadísimo por su enorme Sabiduría y conocimiento, -sus seguidores le conocían como mistagogo de sublimes y celestiales dogmas.
Singular su dominio y amplias destrezas en el manejo preciso e incisivo de los textos de Platón y Aristóteles, del que poseía un saber de primerísima mano.
Al igual que, por mantener particular y personal habilidad en la memorización, crítica y riguroso manejo de muchos manuscritos extraídos de Bibliotecas Bizantinas.
“De los arcanos de una memoria pletórica de misticismo platónico, pitagórico y alejandrino, brotaban torrentes de indistinta y apretada erudición”.
(J.A. Symonds p. 479)
Poseía Sapientia DEI.
No dudaba, en ningún momento Georgios Gemistos, que la poderosa Tradición del Maestro Zoroastro o Zaratustra era la más antigua.
Y por lo tanto, su línea conductora de Sabiduría Ancestral provenía directamente del corazón de los Oráculos Caldeos.
Esta llegada de Plethon, fue todo un acontecimiento cultural en Florencia, fue magistralmente pintada por el artista Benozzo Gozzoli, en su obra: La Procesión del Mago
(1460, pared Este, Palazzo Medici-Riccardi, Florencia)
En ella, podemos claramente distinguir -con mucho cuidado y atención visual-, la figura venerable del Maestro Plethon.
Ludovico Lazzarelli, corrigiendo delicadamente a Ficino, afirma
que Hermes como un dios viejo egipcio era anterior a Moisés.
Polémicas y cronologías.
En parte, podemos repetir y aplicar, sin miedo a equivocarnos, el sobre los autores Herméticos es presentado por el erudito investigador B.P.Copenhaver:
“In any event, the texts themselves show that the Hermetic authors felt no respect the boundaries drawn around their writings by modern critics”.
( Hermetica, xxxix, 1992)
La antigüedad de los Oráculos Caldeos no fue problema meritorio para el sabio Plethon.
En esos instantes históricos, no se encontraba presente el afilado escalpelo crítico de la filología erudita del protestante Isaac Casaubon.
Quien tan temprano como en 1614, refutó la visión católica de la Historia desarrollada por el Cardenal Baronius, demostrand que los textos herméticos no deben de ser considerados textos proféticos ya que su creación fue fijada por él entre los primeros siglos del cristianismo.
(Isaac Casaubon, De Rebus sacris et ecclesiasticis exercitaciones XVI and cardinalis Baronis Prolegomena in Annales, Londres, 1674, I, 10, p.70,71)
Antigüedad problemática de la sabiduría lumínica de Zoroastro, será igualmente compartida y claramente defendida por Marsilio Ficino.
Y en efecto, Marsilio Ficino creía al igual que el filósofo y humanista Plethon, que Zaratustra y los Oráculos Caldeos, eran la más antigua fuente primordial de la Sabiduría Arcana.
(Ya en el siglo 11, Michael Psellus (1018-1078) combina Platón, Zoroastro y Oráculos Caldeos con Hermes)
Ficino = (Prefacio a Plotino y siguiendo a Gemistos) opina que la Teología Divina había comenzado simultáneamente con Zoroastro, los Oráculos Caldeos entre los Persas, y el gran Mercurio para los Egipcios.
(J. Godwin, The Golden Thread, págs.1-8 )
Y, en efecto, de este modo, se recurre al “pasado glorioso” intentando así trazar creíble genealogía con cierta dosificación de certidumbre sensible y válida de Sabiduría Arcana.
Hasta los apologistas cristianos, tratan múltiples veces de convencer a críticos paganos, que el cristianismo era antiguo y sus orígenes tenían considerable gran tradición y antigüedad.
Para 1460 un monje erudito y comprometido llamado Leonardo de Pistoia, fue debidamente comisionado para una inmensa labor de rescate documental por el intelectual incansable y cultísimo Cosimo de´Medici.
Se le encomienda traer desde Macedonia, documentos únicos y manuscritos antiguos para la colección privada de Cosimo.
Es posible, que la situación delicada de inestabilidad política en el Imperio Bizantino y la necesaria preservación y rescate de lo estudiado y acumulado por siglos en los textos clásicos, fomentarán y propiciarán la encomiable visita .
( Kristeller, Paul Oskar, Renaissance Thought, págs. 52, 53, 122 )
Este dedicado monje lograría tener consigo para beneplácito de la humanidad copia no completa, de los 14 Tratados del Corpus Hermeticum.
( Actualmente conocido como: Laurentianus 71, 33, XIVes.)
Ya para ese entonces, y plantada la semilla por Plethon y sembrada hábilmente por Cosimo en suelo fértil, le tocaría así su turno en 1463, al incansable Marsilio Ficino.
Para la Edad Media estos textos fueron “casi olvidados” a excepción del Asclepio Latino cuya versión Latina nunca se perdió.
Especial influencia del Tris-Megistos, la Hermetika y algunos de sus textos, en el siglo 12 en la obra de Thomas de York, Alberto Magno, Allain de Lille.
Para A. Faivre:
“…la Edad Media no había conocido directamente más que el Asclepio”.
Lactancio, afirma que Hermes había descubierto casi toda la verdad- y quien fuera preceptor del hijo del Emperador Constantino, Hermes era un sabio, y esto lo afirma sin temor a equivocarse en el siglo III.
(De ira Dei,XI;)
De este modo, Lactancio realiza para esas fechas tempranas anotaciones a la Hermética del Asclepio, donde comenta abiertamente “sobre el hijo de Dios” el Demiurgo.
Sugiere que el Trismegisto, es más antiguo que Platón y Pitágoras, y recuerda:
“Hermes Trismegisto es uno de los más importantes ´gentiles´ visionarios y profetas que se adelantaron al cristianismo, al hablar del “Hijo de Dios” y LA Palabra”.
Llama la atención que cite a Hermes-en tres pasajes de su Institute-y que claramente lo trate de presentar como testimonio fiel de la venida del Cristo.
Deus Omnium creator sec[und]um deum fecit…Filium qui apellatur Sanctum Verbum.
(Giovanni di Maestro Stephano, Catedral de Siena, Pavimento o Mosaico 1481-1498)
Para Lactancio, el Hermes:
“…era un hombre, de gran antigüedad, y totalmente imbuído de toda clase de aprendizaje, así su conocimiento de muchas cosas y artes adquirió para él el nombre de Trismegistos”/.
( Lactantius, Div.Inst.)
Afirma Sebastián Franck el Reformador espiritual del siglo 16 en compilación ´Die guldin Arch´(1538):
“He leído a Hermes Trismegisto con admiración, y no he podido encontrar su equivalente en Platón o en cualquier otro filósofo. El contiene igual todo lo que un Cristiano necesita conocer”.
(Franck traduce al alemán el Asclepio y el Corpus).
San Agustín le condena –a Hermes- en su Civita Dei, y se escandaliza por desconocer la tradicional magia simpática en la Teúrgia vivificadora de las estatuas “parlantes” =(Asclepio).
Utilizando él, una fuente discutida de traducción en latín, y no en griego, atribuida más que controversialmente a Apuleyo de Madura, el autor del Asno de ORO.
Curiosamente, el deseo de saber humano a buscado una continua y constante solución cosmos-ontológica y filosófica a problemas existenciales de naturaleza espiritual, ya sea, en el viejo Egipto o en Grecia, Medio Oriente y en la legendaria e inciensada y mística Asia.
Lo que pertenece como legado espiritual a Egipto, se logra entonces diseminar y ampliar en relaciones permanentes-cuasi cordiales-, fundamentadas y cimentadas en finísimo hilo conductor, como cadena dorada resurgente desde la egipcia tierra de Alejandría.
Si Platón o Pitágoras bebieron de fuentes proto-herméticas, es repetido entonces casi constantemente entre vestíbulos secretos de viejos templos iniciáticos:
“Oh griegos, no sois más que niños, y no hay Ancianos entre vosotros” lo cual, y esto según Platón, lo reclamaba el sacerdocio egipcio (Louis Menard) en defensa sibilina de esa “Tradition constante”à Hermés Trismégiste, inventeur des arts et des sciences chez les Egyptiens.
(Zósimo de Panópolis, en Marcelin Berthelot p.21)
El Sendero de Hermes(3)
Víctor. Arturo. Cabello Reyes.

Comentarios
Publicar un comentario